miércoles, 26 de noviembre de 2008

Se apaga

Los días desfilan dando paso también al desfile de noches. Tocar mi habitación me cuesta la calma, temiendo que no más meterme en la cama y perder el nítido tacto con que el filamento incandescente de la bombilla hace tangibles las cosas, se persone el vacío que ovilla a mi lado en la tierra fría inabarcable del lado desierto del lecho.

Esta noche no ha salido la luna y el cielo ha ordenado apagar las estrellas. Será por eso que el amor no encuentra el camino de regreso y que las piedritas no asalten mi ventana.

El cielo no quiere quitarme el luto. Será por eso que los días pasan sin a penas tocarme y que la parcela de mar que en un pasado no lejano fue solo mío y que en escritura guardaba para mis hijos, también desaparece de mi cansado recuerdo.

Se apaga hasta el olvido en esta noche oscura sin madrugada, donde la verdad tiene nombre y la mentira calla.

Más que nunca lloro letras escritas ante la certeza de no ser jamás leída por lo que provoca mi llanto y vuelvo a convertirme, después de no haber sido admitida en la tierra simple, en la niña metáfora cuando por expresar mi angustia me siento abandonada junto al silencio que deja que tan solo hable la evidencia, mientras sueño dormida que el amor perdido me dice: anda vámonos a casa…

6 comentarios:

Celia Álvarez Fresno dijo...

Escriben tan bien... que haces que mi piel se llene de sensaciones. Las instantáneas... bellas, bellas.
Un verdadero placer Flipo.
celia

Más claro, agua dijo...

Amanecerá... Más pronto o más tarde... Pero amanecerá. Y el sol te dirá que ya basta de noches sin estrellas, que la estrella eres tú y que tienes el cielo abierto a tu imaginación, a tus sentimientos y a tu futuro...

;-)

Ave Mundi Luminar dijo...

Cualquier cosa que comentase al respecto de la maravilla que has escrito se vería tosca y burda.

Por otro lado, respecto a la persona que hay detrás de este velo de anonimato que nos arropa, desearle "un poco de sol para ese agua tan fría".

Siempre se llenan los vacíos, y siempre vuelve el silencio como un amigo. Intenta recordarlo...

Ojalá las palabras siviesen para algo más que para llenar de ruido estos huecos.

eldelalámpara dijo...

....sigo sin comprender las letras(limitaciones mías,supongo)....pero consigues hacerme sentir......no me hagas decir el qué,no sabría
hasta pronto,
un placer

Anónimo dijo...

Cuando chiquillo pensaba
con un lapicero en mano
en la beldad de lo humano,
en lo dulce del “existo”
y luego “visto y no visto”
el chinche de la tragedia
tomaba la enciclopedia
y mi juicio confundía,
trucando la noche en día,
lo nacido en lo nonato,
y en vez de pasar el rato
glosando la maravilla
rimaba con gesto acorde:
“¡oh vida inmisericorde,
oh concierto de ladillas,
oh funesto y negro gato,
no me quieren las chiquillas
voy ha hacer pagar el pato
a estas tristes octavillas,
y escribía un desacato!”

En creciendo, la memoria,
si no me juega un mal trago
pasé de tahúr a mago.
y siguiendo con mi historia
seguí escribiendo memorias
queriendo hacerlas risueñas,
más como siempre mi dueña,
tan trágica y ciega musa
me infectaba con su infusa
y triste melancolía.
Así que donde quería
poner rosa ponía cardo,
donde por amores ardo,
ponía de desprecio muero,
donde la risa es un fuero
el llanto me zahería,
donde viva la alegría
muera este espejismo vano,
y donde escribía arcano
en dos estrofas un circo
me crecían los enanos
maldiciendo y dando brincos!

Hoy por hoy vivo el momento
y ya no me creo el cuento
del destino furibundo
ni que no me quiera el mundo
ni que amor dure un verano
ni que tenga por oficio
caer en el precipicio
de los cuentos malheridos.
Y si bien cierto he podido
escribir mil alegatos
sobre cien mil malos ratos
o de la parca y sus hilos,
ya no me mantiene en vilo
esa suerte de alegatos
e intento pasar el rato
pensando en opera o vino.

Y si aceptáis un consejo
por mejor llegar a viejos
sin llorar por el camino:
no escribáis cual si el destino
fuese una fúnebre pompa.
(apartad del pensamiento
todas las fétidas sombras
que os contaminen el cuento)
Y tomad el fresco aliento
con la esperanza debida.
Que si el vaso que la vida
con generosidad os porfía:
una taza de alegría,
en vez de copa de arena,
vedla siempre medio llena
que tendréis mas dicha plena
que al verla siempre vacía!

Paco dijo...

Ese sentimiento lo he tenido estos meses muchas noches.

No puedo decir nada mas porque mi amgo Ave lo ha dicho por mi, así que seguiré leyendo lo que escribes