martes, 18 de noviembre de 2008

Mar de Amor

Se siente tan fuerte que duele, cual ingrávida voz ausente de frecuencia. Amor, amor, amor, desafinado amor… Mucha música y poca letra.

Carezco de todo derecho a sentirme sola, lo se, además de proclamarme poca cosa y tener el asido deseo de otro tacto, lo que a este presente define impedido al perdón por mi falta de acierto…

Si es que este desierto inmenso no llena mi paz ¿Cómo sentarme a escuchar el viento?

Si es que este silencio distorsiona la nostalgia, mermando lo aprendido, adormeciendo con tristeza la esperanza de una límpida mirada sin dobleces ni intereses ¿Cómo no sentirme burlada?

La competición entre pensamiento y sentimiento me parece ahora absurda, me retiro pese a parecer que me abandono a rebozarme entre tragedias griegas, ja! Pues no es así presteza insensible, tan solo voy a darme una baño de sales en esta pecera inmensa…

Y si yo un día dije que sólo es verdad lo que se siente, si pensamiento y sentimiento se funden ¿Cómo saber que es verdad, aún siendo sencillo saber quién miente?

4 comentarios:

Más claro, agua dijo...

El corazón y la mente son cuñados por naturaleza... ;-)

Ave Mundi Luminar dijo...

... Vaya chapuzón en "sentido y sensibilidad" me acabo de pegar con tu post...

Voy a continuar haciendo "unos largos" por el resto de tu blog.

Nos leemos... pronto.

Anónimo dijo...

El amor que no antepone
Es carnaza en la balanza
amante que pesa y que mide
comercia con la esperanza

eldelalámpara dijo...

...me gusta mucho como escribes....
es muy bonito