domingo, 7 de diciembre de 2008

Te he llamado

La verdad es que no te conocía. La verdad es que tenía miedo de hablarte y por eso te mentía con mi silencio, con mis deseos sin verbo… y cuando te mostraste y yo quise hablarte, el fuego que salió de tu interior arrasó con todo menos con el miedo… Por ese miedo no he podido salir de este recóndito escondrijo, pero ahora hace aquí demasiado frío y no soporto más esta incuria que me desgarra y quiero salir y no puedo… Es por eso que hoy te he llamado… cuando me he visto sin máscara y que sin ella no puedo respirar más esta aura que conmigo poco a poco acaba, por que me ahogo en esta presa que bloquea mis lágrimas, por que sigo encogida de pavor de morir sin aire, he sido yo la que te ha llamado, por que ya perece la fuerza que me cubría en los primeros días de tu partida y ya no hacen efecto las palabras que escribí sacadas de un cuento “Finge ser feliz hasta que lo consigas” Ya no puedo fingir más ante mi ni ante nadie, y estoy cansada de reinventarme cuando de nuevo la misma frase golpea mis sentidos sin vida… Morir para volver a nacer de nuevo… Te he llamado yo por que antes de morir tengo que devolverte todos tus regalos, todos lo que venían con la etiqueta de “Te quiero para siempre”, he de desprenderme de todo lo que trajiste a mi vida en forma de proyecto incandescente cogiéndome las manos, tutelando mi mirada hacia el mar desde el acantilado soñado… Te he llamado y no me has contestado…

6 comentarios:

Celia Álvarez Fresno dijo...

Sí Flipo:
"Piénsate feliz, visiónate feliz, y lo serás"
No le des mas vueltas. Pero yo creo que la creatividad es mas fuerte cuando sufres... por lo que egoistamente te pido que sigas, sólo un poco más, en la situación actual, porque nos deleitas con escritos llenos de ternura y sensibilidad.
Sabes que te deseo lo mejor del mundo y que lo conseguirás.
Un beso

Ave Mundi Luminar dijo...

Entiendo perfectamente ese momento que desmenuzas con la delicadeza que te caracteriza, el de la llamada a alguien que ya no está.

Yo, en su día, también me encontré cara a cara con un teléfono en la mano, en mi caso, intentando que como si de un conjuro mágico se tratase, tuviese la capacidad de resucitar algo que había muerto.

No hay explicaciones conscientes, simpelemnte algo te empuja a llamar, entiendo ese momento Flipo, lo entiendo muy bien... y luego... ese silencio, la ausencia al otro lado del teléfono, la nada, y la realidad toda transformada en muro frio, en nicho, en muerte...

Da igual lo que todos te digamos... el mismo tiempo que ahora parece ausente, volverá a llenar tus ilusiones... pasará, no queda más remedio, sucederá ...

Un abrazo

eldelalámpara dijo...

.........has sido tu la que has telefoneado? la persona que ha recibido la llamada realmente tiene que ser grande espiritual e intelectualmente.........para recibir toda tu atención....claro

M.A dijo...

Hola, Flipo. Si te sirve de algo, yo también sé lo es eso. Llamar a alguien, con desesperación, como si nada más existiera en el mundo, como si la vida dependiera de él... Y no encontrar respuesta. Y se te caen las lágrimas, y se te muere la ilusión, y se te apaga la luz; todo a la vez y en un momento. Pero, luego, uno tiene que levantarse, comprender que nuestra vida no puede depender de nadie ni debemos entregarla a nadie. Seguro que te has levantado de muchas caídas y, seguro, has comprobado que te sirvieron para algo. Te diré una cosa "nadie merece tus lágrimas y quien las merezca no te hará llorar" (G. Márquez). Yo he aprendido a "perder" lo que en realidad no era mío, pero sobre todo a conservar lo que sí depende de mí y me pertenece que es el cuidado que me debo a mí misma. Cuando entendí eso, aprendí a desplazar las lágrimas, me até los zapatos y seguí caminando. Y, creeme, no hay nadie con quien me sienta mejor que conmigo misma. La vida te da la oportunidad de saberlo, de ti depende el aprenderlo.
Un beso, guapa.
Merce.

Paco dijo...

Hola Amiga Flipo,
Bella reflexión que me trae a la memoria recuerdos que no quiero recordar, pero que están ahí.
Tan solo hace tres dias que logré quitar unas fotos que guardaba en una estantería. Yo tambien fingia ser feliz, pero me cuesta serlo. siempre que perdemos algo, nos cuesta olvidarlo.

No sufras porque no te llama, aléjate de ese acantilado y deja que tus pensamientos se sosieguen. Ya sabes tienes nuevos amigos y amigas.
Tu podrás salir adelante, no lo dudes.

No necesitas esa llamada...

SeaSirens dijo...

Bella composición ante el desespero de amar, ante la falta del que ya no está, del que no espera.

Si amas algo, déjalo libre. Si vuelve a ti, es tuyo, sino, nunca lo fue.

Cuídate!!!