
Hablaba buscando la valentía que tendría que dar el amor en favor de la persona que al mirarte te hace creer que eres más que carne y huesos. Sin embargo las creencias se desvanecían igual que las ilusiones y la tristeza invadía un alma inquieta hincándole una a una miles de agujas por las que se filtraban las energías.
Desplomada en el cansancio, cerraba los ojos y dormía para que pasara el tiempo absurdo de la espera. ¿Se puede esperar para amar? ¿Se puede esperar para vivir? Dormía y a veces ya sin ganas... seguía soñando....
2 comentarios:
Poder, se puede. Pero, ¿se debe? ¿merece la pena?... Las palabras, a veces, son el empujón que necesitamos para no quedarnos quietos...
Besos ;-)
y si los sueños se pierden....inventalos...no esperes para amar...si no que ama tu espera,porque quiza cuando aprendas a amar tus minutos en soledad...no esperes nunca mas,ya no te canses...y tu inmensdad...seas tu...
besitos
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