Reflexiones

Te cueste o no te cueste, (escuchar música, lanzarte por el tobogán de lo desconocido, es algo que vas a tener que hacer más pronto que tarde, y es algo que vas a tener que hacer por ti misma con independencia de quien o qué te rodee... Yo puedo haber sido un catalizador, pero la verdad última es que me guste o no me guste (y a mi personalmente no me gusta nada por no decir que me da asco) en última instancia estamos solos... Necesitamos una base sólida con la que sobrevivir, una cierta autosuficiencia moderna de esas que ponen los libros que recomiendan las psicólogas, para poder caminar con entereza por las calles si viene el tsunami o cae el meteorito, porque mi niña, mi cielo, mi ángel, mi nereida, mi dulce sirena en tu dorada pecera... No podemos consentir nunca más que nada ni nadie, nos deje KO´s, nos obligue a ir drogados por las calles, esclavizados por chuflillas para huir de la angustia, la desazón y la ansiedad!! Nunca más, me entiendes Marián... Nunca... Por eso creo que debemos encontrar un equilibrio propio desde el que sin urgencias podamos abrazar a un igual, no porque necesitemos que alguien nos abrace en la cama o amanezca con nosotros (y yo he de decir que lo necesito) sino porque esa otra persona, también equilibrada, es un buen compañero, es alguien con quien poder reflexionar, amar y compartir sin caer jamás en la dependencia...Y eso creo que se consigue primero encontrándonos cómodos con nosotros mismos, desprendiéndonos de la urgencia de necesitar "un otro" , y cuando alguien responde en primera instancia a nuestras expectativas, dándonos tiempo, conversaciones y experiencias para estar seguros de no abocarnos a un nuevo fracaso... Tal vez sea querer asegurar demasiado algo que habita en el reino de la incertidumbre por su propia naturaleza emocional, no lo se...! Pero al menos la lógica me dicta eso...El amor es sorprendente, no crees? Y por tanto llega como llega, a veces como una saeta,otras veces con lenta perseverancia... no debemos por ello desdeñar sus otros estadios, ni despreciar los cariños y los quereres... Seria tanto como querer que nos crezca una encina despreciando la bellota!!